lunes, 12 de abril de 2010

Murió con las botas puestas

Tenía en torno a los 7 u 8 añitos, recién hermanado por primera vez y con los clásicos temores infantiles, entre ellos, la oscuridad, para lo cual,mi madre me regalo algo que no me ha dejado nunca de acompañar, la radio, una radio ansonic negra, destartalada y rayada, en la que descubrí como girando esa ruleta dentada un nuevo de mundo de silencios, voces, música y ruidos se desplegaba ante mi, y en estas descubrí mi primer programa de radio, mi primer recuerdo radiofónico se llamada Radio Gaceta de los Deportes, dada la hora a la que comenzaba, creo recordar que en torno a las 8 o 9 de la noche, era el único programa que podía escuchar, tratando de emular a mis padres que escuchaban y comentaban como un tal Garcia, hacia historia en la radio española, hablando de deportes.
En ese programa que tantos años escuche, hasta que, dadas las horas a la que me acostaba, paso a acompañarme primero, ese tal García, después, un tal De la Morena y actualmente un tal Ángel Rodríguez, lo guiaba con mano firme un Señor llamado Juan Manuel Gozalo, el cual me hizo enamorarme de la radio, de la información deportiva y que me enseño como en el mundo del deporte no solo había fútbol, tambien hockey, tenis, balonmano o waterpolo.
Pasaron los años, cambian los gustos, pero la radio continúa, hasta que una mañana camino al trabajo escucho una voz conocida que sobre el tema "Monjas a la Carrera", me da los buenos días en radio marca, de que me suena esa voz?, hasta que minutos mas tarde lo recordé, este tipo es el de Radio Gaceta de los Deportes y así consiguió un nuevo oyente matutino.
Ese tipo era Juan Manuel Gozalo, fallecido en el día de ayer tras una lucha contra una enfermedad que finalmente, el dejó que dijera la última palabra, pero se fue como los grandes, trabajando hasta el miércoles, cuando se despidió con un hasta mañana que nunca llegó.
Esta historia es mi pequeño homenaje a un periodista que me hizo enamorarme de la radio y que nunca se irá para siempre, ya que el ya es Historia de la Radio.

miércoles, 7 de abril de 2010

Post-Semana Santa

Se acabo la Semana Santa de Sevilla, las imágenes residen de nuevo en sus iglesias, los cofrades esperan al año que viene para tirarse a la calle, pero realmente, estamos todos pensando en que de aquí a dos semanas ya estamos en la feria hidratándonos a base de Rebujito.


Esto es Sevilla, pasamos de una semana "mística" a otra semana donde son "místicas las borracheras que se cogen, en fin, es nuestra ciudad y la queremos así, y de hecho, nos encanta.


Yo vuelvo a escribir unas para comentar como afortunadamente, ha sido una Semana Santa sin incidentes multitudinarios, sin obviar como un descerebrado, mató a dos chicas con su coche el Jueves Santo.

Esto, y ya entrando en faena, nos hace recapacitar acerca de temas más próximos a este blog, ya que no son pocos los comentarios que oigo acerca de lo barato que sale matar o en como siendo dos "niños bien" los que iban conduciendo el vehículo, van a ser benevolentes con ellos, es duro decir esto, sobre todo por parte de alguien que cree en la justicia, pero probablemente el saber popular no se equivoque en mucho en sus opiniones y sea esto lo que suceda, primero por que seguramente que tengan a alguno de los mejores bufetes de abogados para defenderlos y segundo, por que para un crimen como este, no hay justicia, hay legalidad, y esta, en muchos casos no satisface a todos por igual, dado que el Código Penal Español es netamente reinsercionista y dada la carencia, en principio, de antecedentes penales del conductor, probablemente le caigan de 6 a 8 años, de los cuales dudo que cumpla más de dos o tres.

Con cosas como esta te das cuenta de que en nuestra legislación, no hay justicia, ni se imparte la misma, sino que se aplica, como debe ser, todo sea dicho, la legalidad vigente, y en este, como en otros casos, dudo mucho que sea capaz de penar y resarcir en la forma necesaria, sin querer decir con ello como también se comenta que los que se merezca sea la pena de muerte, pero ni tanto, ni tan calvo, nos leemos¡¡.